// el azote de los teleoperadores \\

miércoles, octubre 18, 2006

Bienvenido Mr. Marshall

Se habla mucho últimamente de la llamada deslocalización, y no se refiere precisamente a la manida excusa que tienen ciertos individuos para llegar tarde a las formaciones iniciales, sino a la actual tendencia de llevarse fuera de nuestras fronteras los servicios de teleoperación.

Una de las razones, sino la principal, de no haber actualizado este santo blog durante casi un año, ha sido precisamente esa, que me he dedicado a deslocalizar servicios por toda latinoamérica. ¿Y cual ha sido mi impresión?, pues aqui viene...

La primera conclusión a la que he llegado es que deslocalizar servicios en los que el producto se vende a cliente español, lo que en el argot se denomina servicios offshore hace que lo que ganas en pasta lo pierdas en calidad. Si señor. Es mas barato si, pero es muy dificil que un campesinito guatemalteco tenga claro a que comunidad pertenece Burjasot, por poner un ejemplo, y la diferencia entre 50 centimos el minuto y 50 euros el minuto... triste pero real.

Sin embargo la cosa cambia cuando lo que se vende es a consumidor local. Amigo mio. Es mas barato y no tienes ningun problema de giros lingüisticos y lo que es mas importante: los teleopers trabajan eficazmente.

Tu dile aquí a cualquier teleoper que venga a currar de traje. Tu dile aquí a cualquier teleoper que si quiere ser coordinador. Tu pídele favores aqui a cualquier teleoper en aquellos momentos en los que te ha fallao el dimensionamiento o el cliente te ha chutao cienes y cienes de llamadas fuera de lo previsto... hazlo... que te van a dar porculo literalmente.

Y ojo... que en estos países no hay convenio, no os vayais a pensar que están tan protegidos como aquí. Lo que pasa es que para ellos el ser teleoper es un trabajo, su trabajo, y como tal se lo toman. Y si les promocionas no ya a coordinador sino a lo que se llama por aquellos lares lider de pasillo, un escalon intermedio entre teleoper y cordi, se pegan por el puesto.

Lo mas cachondo del tema, es que aqui, los teleopers latinos con los que me ha tocao currar, se llevan de calle a los nacionales, porque siguen pensando que lo que hacen es su trabajo... no como otros...

martes, octubre 10, 2006

Zafarrancho en el rancho

Hacía mucho, mucho, muchísimo tiempo, que no abría la boca. Quizá porque mi cambio laboral hizo incompatible la utilización de las nuevas tecnologías. O quizás porque mi boyante nueva situación, al margen del habitual zoológico de teleoperadores, no alborotaba mis neuronas hasta tal punto de necesitar escribir sus barrabasadas. Quizás. Quizás. Quizás.

Pero todo eso ha vuelto a cambiar. La vida son ciclos y de nuevo me veo inmerso en un ciclo en el que tengo que bregar con la peor calaña laboral, los teleoperadores, y como no, sus coordinadores, con ese pecho-palomo que se les pone en cuanto les lobotomizan.

Es muy injusto, mucho. Yo, que nado en la abundancia gracias al copioso sudor de mis trabajadores, estaba tranquilamente echándome un cafelito en el bar de abajo, como todo buen Supervisor puede y debe hacer, cuando de repente me llama un triste y pobre coordinador, que interrumpe mi racha de suerte en la máquina tragaperras con una denuncia del Comité de Empresa... ¿Desde cuándo es ilegal trabajar 16 horas al día? ¿Pero cómo que ocho horas de sueño son pocas? si es una jornada laboral entera ! ¡Coño! ¡Que duerman más deprisa!

Así que no me ha quedado más remedio que subir para ofrecer sobornos a los miembros del Comité, y así no tener que desmantelar el complejo sistema de mangueras a alta presión que usábamos para mantener
despierto al personal.

Ah ! Pero eso sí ! el soborno lo van a pagar esos sucios chivatos alargando su jornada laboral. Así que mientras les ponemos una cánula a esta panda de holgazanes para meterles el Red Bull directamente en vena y que anden espabilados, dejo constancia del cabreo que me tengo.

Y ahora me bajo a la cañeja de la dos.